En el foro “Modificaciones a la Ley de Adquisiciones y a la Ley de Obras para combatir la corrupción en las compras gubernamentales”, la diputada de Movimiento Ciudadano (MC) y presidenta de la Comisión Especial para dar seguimiento a los procesos y resultados de las compras del gobierno federal, Claudia Sofía Corichi García, insistió en que la normatividad debe corregirse porque cuenta con aspectos que pueden ser riesgosos.
Apuntó que un
conflicto es la falta de acreditación fehacientemente que cuenta con recursos humanos,
materiales y técnicos para poder ser proveedor.
Su iniciativa de
reformas busca que el titular de la dependencia o entidad contratante sea quien
suscriba los acuerdos y se cerciore fehacientemente que la entidad pública
contratada cuenta con la capacidad técnica, material y humana para la
realización del contrato y no subcontrate más del 49 por ciento.
Además, continuó, se
deben pactar condiciones y términos para la aplicación de penas convencionales
o deductivas a cargo del proveedor, derivadas del incumplimiento del contrato; establecer
la obligación de la dependencia o entidad pública de registrar la totalidad de
los contratos que se realicen, independientemente del tipo de proveedor, en el
Sistema Electrónico de Información Pública Gubernamental sobre Adquisiciones,
Arrendamientos y Servicios.
El subsecretario de
Responsabilidades Administrativas y Contrataciones Públicas de la Secretaría de
la Función Pública (SFP), José Gabriel Carreño Camacho, sostuvo que es
necesario hacer ajustes al marco normativo.
Comentó que derivado
de las problemáticas que se han dado en las contrataciones entre entes públicos
y la creación de empresas fantasmas, la SFP emitió un oficio dirigido a los
oficiales mayores para que se restrinja la contratación entre entes públicos y
se privilegie una investigación de mercado para que se pueda definir si se hace
con ese público u otro medio.
Asimismo, la Secretaría
de la Función Pública impulsó la creación de un grupo de trabajo plural en
materia de contratos de obras públicas, en donde han intervenido organizaciones
de la sociedad civil, sector empresarial y las entidades involucradas para
realizar un diagnóstico coordinado, que tuvo como resultado 34 recomendaciones
que a la fecha se están analizando. “Algunas de ellas se están previendo no
sólo para este sexenio, sino también para el que sigue”.
Señaló que hay
en puerta reformas a los reglamentos, tanto de la Ley de Adquisiciones como la
de Obras. En las próximas semanas, aseguró, se estarán emitiendo estos nuevos
ordenamientos, en los que se precisa que la contratación entre entes públicos
debe tener una regulación más precisa en materia de investigación de mercado y
supervisión, y que el participante acredite que cuenta con las capacidades
técnicas, humanas y materiales para llevar a cabo el objeto de lo que se está
pactando.
Explicó que algunas de
sus propuestas, para una eventual reforma a las leyes, consisten en diferenciar
los servicios de mantenimiento de los bienes incorporados a inmuebles, respecto
de los trabajos de obras públicas, ya que existe una confusión y hay demasiadas
consultas por parte de los entes públicos para ver cuál ley aplica.
También se planteó
establecer como obligatorio el registro de los proveedores o contratistas de
las invitaciones restringidas o adjudicaciones directas, y vincularlos a una
evaluación.
La especialista en
fiscalización, María Luz Mijangos, sostuvo que para terminar con los vicios en
las compras gubernamentales es necesario crear herramientas que incentiven a
quienes realicen bien su trabajo y se fortalezca la transparencia de las
licitaciones.