El crecimiento de la economía mexicana en el 2024 se anticipa por Grupo Bursamétrica en 3.2 por ciento por el gasto público, la entrada de capitales, remesas, altos niveles de precio de petróleo, con una desaceleración en la segunda mitad del año por la transición de cambio de gobierno.
El próximo año, en el que finaliza el sexenio del actual gobierno, pronostica la agencia de análisis económico y bursátil, un moderado avance del Producto Interno Bruto de 3.2 por ciento, en un contexto de elevadas tasas de interés y un año de elecciones presidenciales en México y Estados Unidos.
Destacó que el ciclo político impondrá una fase de expansión al mercado interno, sobre todo en la primera mitad del año por el paquete fiscal para 2024 que estableció una meta para los requerimientos financieros del sector público de 5.4 por ciento del PIB, y posteriormente tendrá lugar una desaceleración causada por la transición política.
Advirtió que la desaceleración de la economía mexicana en su conjunto prevé una apertura de puestos de trabajo más lenta. Además, las empresas han tenido que enfrentar presiones en sus costos por los problemas en las cadenas de suministro, el aumento en las tasas de interés y el alto precio de los combustibles.
Sin embargo, las inversiones vinculadas al fenómeno de la relocalización de cadenas de valor, la fuerte apertura de servicios tras la pandemia y la inflación, sugieren que el mercado de trabajo podría seguir en movimiento, aunque el aumento en las contrataciones también se encontrará limitado por la tendencia a la automatización en muchas industrias, el rezago educativo de la fuerza laboral, y el empleo de militares y migrantes por parte del gobierno para realizar sus obras emblemáticas.
En materia de inflación, las acciones del Banco de México se pueden orientar al inicio del retiro de su política monetaria restrictiva en forma progresiva a mediados de 2024, una vez que las presiones inflacionarias sean atenuadas por las altas tasas de interés, la fortaleza del peso mexicano y la tendencia a la baja en los precios internacionales de los combustibles por una recuperación más prolongada de la economía mundial.
En las cuestiones de finanzas públicas se mantendrá la fortaleza de la recaudación sin aumentar impuestos o crear nuevos con un 14.4 por ciento del PIB, respaldados por el dinamismo del ISR y el IEPS, puntualizó Bursamétrica.
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