La contaduría pública propone que la reforma fiscal apoye al nacimiento de los nuevos negocios durante los primeros 3 años de vida para evitar la mortandad de las micro, pequeñas y medianas (mipymes).
La presidenta del IMCP, Laura Grajeda Trejo, apuntó que desde el 2014 no se ha realizado una reforma fiscal y se requiere un ajuste al marco tributario conforme las nuevas condiciones económicas que vive México.
“El país no aguanta otro sexenio sin una reforma fiscal, 10 años sin cambios estructurales de reforma fiscal en el que se espera una recaudación de 14 por ciento la qué será sobre los mismos contribuyentes qué sostienen al país”, destacó la presidenta del IMCP.
Advirtió que el déficit fiscal de este año por los proyectos de infraestructura del presidente López Obrador no van a beneficiar a todos los mexicanos por igual y se tienen efectos electorales con un aumento en la deuda “que ni en la pandemia se tuvo como este año”.
Grajeda Trejo indicó que los emprendedores deben tener un periodo de 3 años de no pagar impuestos y que la deducción inmediata no sea topada a 100 mdp, que sea abierta.
Sobre los estímulos para el Istmo y el nearshoring señaló que “históricamente no han funcionado los que se publicaron anteriormente porque no había manera de contratar a la gente, ni condiciones para generar empleos dignos. Esperamos qué las reglas sean clara para lograr los objetivos”.
Grajeda Trejo apuntó que la reforma fiscal tecnológica se vive desde el 2014 con la factura electrónica y debe enfatizar la lucha contra las factureras y las prácticas nocivas que atentan contra la recaudación tributaria, concluyó la presidenta del IMCP en su última conferencia de prensa al frente del IMCP.
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